11 May
¿Habías escuchado estos términos con anterioridad? Cuando hablamos de front-end y back-end nos referimos a dos conceptos que forman parte del diseño web. Estos logran la maravilla de poder entrar a un sitio web y que este funcione correctamente, incluido su lado más estético.
Con las transformaciones digitales de las que somos parte día a día, es vital que cuentes con desarrolladores web que se encarguen de mantener la funcionalidad del sitio. Por lo mismo, son fundamentales para cualquier persona dedicada al mundo digital, como programación, marketing digital, diseño u otra área afín.
Pero profundicemos en cada término para que tengas una idea más clara sobre en qué consiste cada uno.
El front-end es la parte del sitio web que interactúa con el usuario. Es decir, toda la parte visual que podemos ver al visitar una web. Por lo tanto, abarca todo lo que es la usabilidad, diseño, efectos visuales, velocidad de carga, entre otros, con el fin de mejorar la experiencia de navegación del usuario.
Sus principales lenguajes de programación son HTML, CSS y JavaScript.
Por su parte, el back-end podríamos definirlo como el “detrás de cámaras” de una web. Aquí se desarrollan todos esos elementos web que no vemos, como bases de datos, servidores, seguridad, estructura, aplicaciones, etc.
Sus principales lenguajes de desarrollo son Java, Ruby, Python, PHP, entre otros.
Primero debemos aclarar que, si bien ambos tienen distintos focos, se complementan para poder entregar una experiencia completa. Es decir, ninguno funciona sin el otro.
Por lo tanto, lo ideal es que cuentes con un desarrollador front-end que se encargue de toda la parte visual de tu web, y con un desarrollador back-end que se encargue del funcionamiento estructural.
Ahora, también existe quien se encarga de hacer ambos desarrollos, al que se le conoce como programador Full Stack, quien puede administrar un proyecto completo.
Para poder ejemplificar más claramente cada uno, veamos en detalle tres de sus diferencias principales:
Como ya mencionamos, uno se encarga de la parte visual y el otro del sector tras bambalinas. Por lo mismo, el desarrollador front-end tiene habilidades como edición de imágenes, rendimiento web y compatibilidad del navegador.
En cambio, el desarrollador back-end se encarga de la transformación de datos, gestión de las bases de datos, escalabilidad y disponibilidad de red, entre otros.
Mientras que el front-end se desenvuelve en marcos como Bootstrap, Foundation y AngularJS, el back-end se apoya en herramientas como MySQL, Oracle y SQL Server.
Por supuesto, esto es solo por nombrar algunas. La lista de herramientas, lenguajes, frameworks y marcos que utiliza cada uno es mucho más variada.
El desarrollador front-end puede identificar problemas específicos de la experiencia del usuario y, en base a esto, proporcionar soluciones codificadas que influyan en el diseño.
Por su parte, el desarrollador back-end trabaja codo a codo con las necesidades individuales de la empresa, que luego identificará como requisitos técnicos. Así encontrará la mejor solución para el desarrollo del sitio.
El HTML, CSS y JavaScript son consideradas las tres tecnologías bases de internet. Por lo tanto, hoy en día es fundamental que tengas las herramientas de evaluación adecuadas.
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Ignacio González